Monday, April 23, 2007

SUR: Uno de los cuatro puntos cardinales.

No hay palabras para describir los paisajes y las emociones del sur. Aún me cuesta creer que este extremo de la Tierra es mi nuevo O-gar. Sin duda una de las mejores sorpresas de la vida, una mágica incertidumbre que impulsa cada vez con màs furza los latidos.
Y aunque es duro vivir lejos de los abrazos, sé nuestros lazos se mantienen inmutables.
Para ustedes que se quedaron en la gran capital este hermoso atardecer. Un lago en el cielo.

Lago en cielo
quiero ser suave
para evitar tu dureza

Apago tu fuego
enciende mi agua
puede que no haya certezas

Vamos despacio
para encontrarnos
El tiempo es arena en mis manos...
Sé por tus marcas
cuánto has dejado
para olvidar lo que hiciste
sentir ... algo que nunca sentiste
hacerte sentir... algo que nunca sentiste
Lago en el cielo, es mi regalo
Sos el paisaje más soñado...
Ieiaiel

Thursday, April 19, 2007


Delatar: (del latin delatus, acusado, denunciado) Hacer a alguien patente su intención involuntariamente.

Delatator: que delata o descubre o pone de manifiesto algo.

Corazón delator (segundo acto)
Imperceptible a la vista, oculto en lo profundo, sumergido en los sentidos… ahí está, palpita, estremece, despierta, anuncia agitado sus latidos y desde el submundo inconsciente emerge a las aguas de la conciencia.
Me encanta Cerati… lo sé, ya lo saben. Pero el encanto es más que la agitación y la pasión de sus letras. Sus textos transportan a la esencia de un hombre de sentidos profundamente agudos, una filosofía existencial, una cultura abrumante… siempre hay algo de intertextualidad en sus temas, imágenes, frases y motivos que, aquellos que hemos recorrido libros, sabemos descubrir. Una mezcla entre misticismo, literatura y naturaleza elemental- agua, fuego, tierra, aire- que se funden en imágenes exquisitas. Un poeta.

Agua que es océano, lluvia y fluidos, fuego que es siempre pasión, en fin… sólo hay que saber escuchar y aprender a descifrar sus deliciosos enigmas.
Así es como Corazón delator, un cuento de Edgar Alan Poe, se convierte en un motivo para Cerati y fecunda una canción perfecta, perfecta porque inmortaliza un momento. Cerati, canciones perfectas, motivos perfectos, frases perfectas…cómo olvidar “Gracias totales”, que eterniza hasta hoy, el último momento de El último concierto.

Ahora, retomemos un segundo a Edgar Alan Poe, el cuento es sencillo… Un hombre abrumado por los abusos de su jefe decide, desquiciado, liquidarlo de una vez. El crimen es perfecto y jamás la policía hubiese dado ni con el cadáver, ni con el asesino “si no fuera por” el “corazón delator” (¡MMM! no les cuento más, sería como ir al cine y comentar el fin de la película. No hay peor fastidio, verdad…)

Y qué es un corazón delator: “Un dulce palpito, la clave íntima, se van cayendo de mis labios”. Lo más profundo que ocultamos, callamos e incluso por desconocer nuestras propias emociones ignoramos. Poco tiempo nos queda día a día para escucharnos, sin embargo, repentinamente, como un estruendo, aquellos sentidos silenciosos se manifiestan, se rebelan/revelan gritando-nos… aquí estamos… “cayendo de mis labios”

“Por descuido, fui víctima de todo alguna vez”. Nuestro peor problema… olvidar-nos, postergar-nos, ocultar-nos, incluso desconocer-nos. Hasta que el corazón dice basta y comenzamos al fin a leer sus sonidos, a hacer lo que sentimos, a saber lo que queremos, a seguir lo que dictan los latidos. La revolución de la emoción siempre reprimida por nuestra cultura racional, que como una llave “abre mis esposas” nos libera y refleja. Y libres… dejamos de ser víctimas de una vez…

Fantástico, alucinante, vivimos buscando no sé qué allá afuera y la única verdad es aquella que emerge desde lo profundo.

Hay un corazón delator dentro de ti, dentro de mí y como cualquier sonido, sólo es preciso detenerse y agudizar el oído para comenzar a percibirlo.

Siempre hay un corazón en silencio
que puede convertirse en sonido, palabra o suspiro.
Ieiaiel

Thursday, April 12, 2007



CORAZÓN DELATOR (Primer acto):

LA CANCION PERFECTA Si existe una pesadilla –en el mejor de los casos jibarizada hasta el tamaño más maleable de la obsesión– en la camaleónica carrera compositiva de Cerati es la canción perfecta. Su aventura electrónica desde principios de los 90 vendría a ser apenas un cambio de coordenadas en un mapa donde “el panorama de canciones estaba un poco agotado”. Cerati muestra discos y señala con el dedo el punto exacto donde otros estuvieron: “Jealous Guy” de Lennon, “Space Oddisey” de Bowie, “Sympathy for the Devil” de los Stones, “Pasajera en trance” de García, “Cantata de puentes amarillos” de Spinetta, “La forma del deseo” de Melero. Y, después de eso, señala hasta donde se acercó él: “Cuando terminé ‘Corazón delator’ o ‘El temblor’, sí, sentí que había dado con algo que creía que nunca iba a poder mejorar. Era lo máximo dentro de lo que yo podía hacer, considerando que el principal sentido de todo lo que escribo y compongo aspira a producir un disparo de imaginación. Me gusta la canción perfecta no porque sea técnicamente perfecta, sino porque inaugura algo o fue a fondo.
Soda Stereo - Corazón Delator
Un señuelo
Hay algo oculto en cada sensación
Ella parece sospechar
Parece descubrir
En mi debilidad
Los vestigios de una hoguera
Hoy mi corazón se vuelve delator
Traicionandome
Por descuido
Fui victima de todo alguna vez
Ella lo puede percibir
Ya nada puede impedir
En mi fragilidad
Es el curso de las cosas
Hoy mi corazón se vuelve delator
Se abren mis esposas
Un suave látigo
Una premonición
Evocan llagas en las manos
Un dulce pálpito
La clave íntima
Se van cayendo de mis labios
Un señuelo
Hay algo oculto en cada sensación
Ella parece sospechar
parece descubrir
En mí
Que aquel amor
Es como un océano de fuego
Hoy mi corazón se
vuelve delator
La fiebre volverá
De nuevo
Un suave látigo
Una premonición
Evocan llagas en las manos
Un dulce pálpito
La clave íntima
Se van cayendo de mis labios
Como un mantra
De mis labios
De mis labios
La canción perfecta...
Ieiaiel