Thursday, October 16, 2008

¡La juventud se impone!

Santiago Concha 2047, la casa que el siglo pasado fue de los abuelos, el refugio, el origen, y el origen del origen ...el útero encantado de la abuela Artemiza y su décena y algo más de hijos.
Santiago de Chile, la casa de mis padres, en mi habitación de siempre que ya no es la de antes.
Palimpsesto, el uni-verso de Ieiaiel, Altazor, Nicanor, Benedetti, Brossa.... y la pasión por las letras de Cerati.
Este Palimpsesto que durmió durante un año porque me cansé de buscar, escudriñar, hurgar, rasmillar.... en todos los rincones palabras profundas, sencillas y sutiles, palabras intensas y tremendas. Me cansé ,en medio de la caída y el abismo, me cansé que las palabras vida fueran tantas veces palabras heridas y palabras muertas y así, en un nuevo derrumbe huí durante meses y meses también de este ciber-unipacio
Pensé, que finalmente los umblipoemas nacerían en otro lado.
Y así fue, comencé a escribir en las hojas de cuaderno, como lo hacía desde el colegio, sin ganas de contarles nada, riéndome un poco de cómo la colección de palabras de este blog, se transformó en mi autobiografía de vida sureña.
Sí, y encontré palabras nuevas en lo austral, pero también desazones que me traen de vuelta a casa.
Le cambié el formato al blog y releí el proceso dos, tres, tres, cuatro y cuatro y cinco veces y ...nada. Se agotó el diccionario del sentido. Busqué en libros de gastronomía, de arquitectura, busqué en la calle... y nada.
Depronto... la física cuántica y el arteQ se transformaron en nuevas señales luminosas y en eso estoy, escribiendo, secretamente para regresar.
Hoy esta frase ¡La Juventud se impone! es un homenaje a tío Carlos, hermano de mi padre. Un viejo lindo, alegre y de una ternura sin límites. La frase que me devolvió el sentido.
Regresé a Santiago, tío "Chale" hace un mes y supe que morías, que te estabas muriendo en un hospital. Tomé el auto y fui a verte, a buscarte en informaciones, habitación, piso, cama y llegué hasta ti...
¡Hola tío hermoso!
¿Qué hace un hombre cómo tú en un lugar como este?
Te quiero la próxima semana en casa... sí.
Tío Chale, sí que sabías de historias, sobre todo de aquellas ancestrales, el único de los hermanos de mi padre que recordaba cumpleaños, nombres y todos los detalles de la vida de los abuelos.
Esa tarde en el hospital, su sonrisa me comunicaba a cada instante, es imposible que se esté muriendo por fuera cuando tiene tanta vida por dentro.
Lo miré mil veces y reí a carcajadas con ese viejo lindo y sabio. A ratos el frió de la habitación me inquietaba, se parece tanto a mi padre, como mellizos sin serlo, y recordé precisamente cómo hace un año saqué del hospital a mi viejo después de diez días de angustia entra la vida y la muerte. Recordé cómo viví su operación a fuera del pabellón-viejo acá estoy- y no me voy sin ti a casa. Recordé mis manos en las manos del doc -no sabes a quién estás operando- este viejo es un roble, que el universo bendiga tus manos. Un doc joven, de mi edad, que quedó medio helado escuchándome y yo media helada escuchándome sin saber de dónde sacaba las palabras y una fortaleza ya bastante olvidada.
Entonces, miro al Chale nuevamente y le digo tío, tú eres otro "duro de matar" y reímos hasta que se atora, y reímos mucha más...
- No te preocupes hija linda, "la juventud se impone". La misma frase que recordaron mis primos en el funeral: "La juventud se impone". Porque murió tu cuerpo viejo, pero tu espíritu sigue sonriendo-nos.
Viejo lindo, no dejaste de reír hasta el último día, y tú, y tus palabras, me hicieron comprender lo absurdo de aquella tristeza que me inhundó y nubló durante tantos meses de silencio.
Viejo roble, voy a continuar escribiendo.
Ieiaiel

1 comment:

ieiaiel said...

Gracias!