
HIPÉRBOLE: es una figura retórica (figura literaria) que consiste en realizar una exageración muy grande, aumentando o disminuyendo la verdad de lo hablado de una manera exagerada.
Por ejemplo, al decir:
Te llamé un millón de veces
Tanto dolor se agrupa en mi costado, que, por doler, me duele hasta el aliento.
Figura retórica que consiste en una exageración intencionada con el objetivo de plasmar en el interclocutor una idea o una imagen difícil de olvidar.
Los grandes maestros de la historia han recurrido a menudo a esta figura literaria. Un ejemplo de ello es Jesús quien pronunció la célebre hipérbole: "Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios".(Lucas 18:25)
XXIII
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.
(Gustavo Adolfo Bécquer)
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.
(Gustavo Adolfo Bécquer)
Bécquer es uno de los más célebres escritores románticos.
El románticismo es un movimiento literario interesantísimo, tan lejano a lo que vulgarmente se entiende acerca de este concepto.
No es una poesía rosa ni cursi, al contario, desgarradora hasta las venas.
Los movimientos juveniles como el gótico, entre otros, se inspiran muchísimo en los tópicos de esta generación literaria: las ruinas, los sepulcros y ambientes lúgubres son símbolo de la desesperanza que embriagaba a los escritores de aquella época. Agobiados del mundo real se sumergían en el más profundo subjetivismo, intentado dar respuesta al sentido de la vida.
Es dentro de ese subjetivisvo comprensible, que para muchos escritores románticos, el verdadero sentido del amor es, precisamente, la imposibilidad de alcanzarlo. Se idealizaban superlativamente los sentimientos y sensaciones, por lo tanto, materializarlos era una forma de destruirlos.
HIPÉRBOLE, quizás es eso, nada más. Una gran sensación improbable. Una gran certeza intangible. Qué se yo... Gustavo Adolfo, que de historias románticas supe y también escuché del pudo ser, de lo maravilloso pero imposible, en fin, tantas cosas que se dicen cuando no queremos que sucedan.
Un voto más por el suceder y la economía de palabras
sin im- para que vivamos haciendo lo posible,
que los besos siempre se encuentran junto a los labios.
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