
El mundo de lo real maravilloso presenta a los seres humanos y su entorno inmersos en un mundo de fantasía y misterio en el cual realidad y maravilla se funden como si fueran una misma cosa; no exite sentimiento de extrañeza.
La pérdida de lo maravilloso es, en consecuencia, la ausencia del encanto, de la magia, de la sorpresa que coexiste día a día en eso que llamamos realidad. Los caminantes atrapados en el mundo de la razón olvidamos frecuentemente respirar las sorpresas, descubrirlas, inventarlas.
El viernes fue un día profundamente gris. De esos días en que las lágrimas se atoran en el pecho y los pensamientos en el cráneo con una fuerza aplastante que finalmente inmoviliza y anula.
¿Qué hacer? ¿Escribir? ¿Trabajar? ¿Dormir?
Pensé en ti, mi amado sobrino Matías, pensé en que ya sabes leer y que algún día descubrirás en estas líneas lo importante que eres para mí. Ni el mejor amigo podría haberme ayudado más que tú a pintar de otro color el día.
¡Hola Mati! ¿Qué tal el jardín esta semana?....
Porque él sí hace cosas importantes, tiene que aprender canciones, memorizar refranes, dibujar trazos que sirven de apresto para la escritura, guardar sus cosas y jugar, en fin, cosas más importantes que nosotros que nos pasamos horas frente al computador, pagamos cuentas, discutimos con el jefe, el portero, el cartero y el panadero, despilfarrando la rabia envasada para cada ocasión.
Después de un día gris, reí... y la risa fue tan bella, tan amada y plena que hasta la pena atorada en el pecho y los pensamientos en el cráneo tuvieron que escapar.
Matías cree que lo puedo ver por el teléfono y eso para nosotros no es extraño. Me mostró su codo con la herida de guerra de esta semana, luego se tiró al suelo para mostrarme cómo ocurrió el accidente (puf, pun, paf, ay) "¿Viste como me caí?". Claro que vi. Y los límites de lo real y lo maravilloso se fundieron en nuestro diálogo telefónico visual. Finalmente apoyó el más azul de sus ojos en el auricular y le mostré algunas fotos mientras él respondía "esa está muy linda" "¿de qué año es?"
Nos despedimos con unos besos enormes y gritándonos te amoooooooooooooo. Prometí llamarlo en unos días para que nos vieramos por el teléfono.
Creo que no hay nada más importante que hacer cada mañana que levantarse en búsqueda de una sutil sorpresa.
¡Qué sus vidas sean REALMENTE MARAVILLOSAS!
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